Antes de la aparición de la economía de datos, existía la opinión generalizada de que el petróleo era la savia de la economía mundial. Ese débil consenso ha desaparecido. El reinado del petróleo está ahora sujeto a debate. Otros activos que engrasan las ruedas del crecimiento económico son la economía de la información de datos masivos y la especulación financiera.
Aunque el reinado del petróleo está debilitado, el precio de la cera negra sigue siendo una medida fiable de la fortaleza de la economía mundial. En el mundo financiero, otro recién llegado que señala la preocupación de los inversores por la salud de la economía mundial es: Bitcoin. Así es. Bitcoin. Como moneda híbrida/opción de inversión comúnmente aceptada, los tenedores de Bitcoin la poseen por varias razones. Y una de ellas es la preocupación por la economía mundial.
Dado que ambos activos reflejan algunas de las mismas preocupaciones de inversión, uno podría pensar que los dos activos deberían moverse algo juntos. Pero no es así. En cambio, es bastante difícil ver una correlación positiva o negativa entre el precio del Bitcoin y el precio del petróleo.
El siguiente gráfico es la prueba. En el eje izquierdo está el precio del Bitcoin (en base logarítmica, en azul). En el eje de la derecha, el precio del petróleo Brent (naranja). ¿Alguna relación evidente? La verdad es que no.
¿Por qué el Bitcoin y el petróleo no se mueven juntos?
Con el precio de Bitcoin y el precio del petróleo sólo marginalmente relacionados, la siguiente pregunta es por qué. ¿Por qué el precio del Bitcoin no se mueve al mismo ritmo que el del petróleo?
Hay al menos dos razones que proporcionan alguna explicación.
Primera razón. La primera razón es que los movimientos del precio de Bitcoin están cada vez más relacionados con los movimientos de los bancos centrales. Bitcoin se desarrolló originalmente (en parte) como respuesta a la manipulación gubernamental de la oferta monetaria. Los tenedores de Bitcoin se estaban cubriendo contra la alta inflación y la depreciación de los valores de las monedas fiduciarias mediante la compra de un activo con una oferta fija y creciente que no tiene un controlador central.
En cambio, el petróleo está cada vez más vinculado a la demanda de la economía mundial. La reciente caída del precio del petróleo se debe a la preocupación por la demanda de cada barril de petróleo.
Si combinamos la fuerza del Bitcoin con la del petróleo, no es de extrañar que la caída de la renta variable mundial haya provocado una subida del precio del Bitcoin y un descenso del precio del petróleo, como se muestra a continuación.
Segunda razón. Una segunda razón para la conexión marginal entre el precio de Bitcoin y el precio del petróleo es el lado de la oferta. La producción de petróleo ha aumentado en los últimos años y la disponibilidad de una oferta cada vez mayor de petróleo ejerce una presión a la baja sobre la materia prima. En cambio, la oferta de Bitcoin es fija. Nunca tendrá altibajos en el descubrimiento de nuevo producto. Esta certeza explica quizá parte de la divergencia entre ambos precios en determinados momentos.
Conclusión
El precio del Bitcoin y el del petróleo están bastante desvinculados. Para algunos inversores, esto podría ser sorprendente, pero después de considerar las diferentes razones por las que los individuos invierten en Bitcoin en comparación con el petróleo, parece razonable que los movimientos de precios de los dos activos sólo estén marginalmente relacionados.
